martes, 16 de junio de 2009

que desaparezcan los espejos!

Ella se pasaba el día pensando que jamás sería suficientemente buena, nunca podría disfrutar del amor que él le estaba ofreciendo, pues mirarse a un espejo era demasiado perturbador...

Todas las mañanas se levantaba, recordándose a si misma que no valía la pena, que era imperfecta... Su reflejo era su peor enemigo, odiaba su cuerpo, odiaba su mente, se odiaba a sí misma, como nunca había odiado a nadie.

A veces deseaba que su dolor fuera sofocado, acabar con su sufrimiento parecía la mejor opción. Pero era demasiado cobarde, estaba convencida de que no suicidarse no era una decisión valiente, en su caso, era simplemente miedo y cobardía.

Odiaba despertar cada mañana sumergida en su propia vida, en su propio ser... Una de las pocas razones que la impulsaba a seguir era no dañar a los que confiaban en ella, pero no tenia motivaciones personales, suyas... De su interior y su mente solo salían miradas y pensamientos de rechazo hacía sí misma.

Deseaba ser amada, pero la repugnancia que sentía por ella misma le hacía creer que toda muestra de afecto era falsa, que nada era real, que jamás sería feliz si seguía siendo ella.

Una y otra vez, en su cabeza, resonaban palabras del pasado, nunca había podido olvidar cada hiriente puñalada recibida en su adolescencia... Esos traumas puberales envolvían su presente, evitaban que encontrara el camino para disfrutar de su propia vida.

Vivía por y para los demás, ella jamás fué la primera de su lista, incluso preferia no pensar en eso. Sus problemas personales eran demasiado enormes, si intentaba hacerse cargo de su vida fracasaría estrepitosamente, no! no podía ser! ella siempre debería vivir su vida a expensas de los demás. Era lo único que la ayudaba a encontrar un motivo para continuar, para dar sentido a su vida debía ponerla al servicio de los demás, pues ella no sería capaz de aprovecharla, por qué ponerle fin? al menos otras personas podrían beneficiarse de su desdicha...

Puede alguien que no se ama a si mismo querer a los demás? La respuesta es sí, pero lo que jamás podrá es creer que alguien la ame a ella...

1 comentario:

Cristinaa dijo...

Te he firmado en la entrada anterior.
Alguien que nunca haya sido amada y haya sido notablemente odiada puede ser que no se quiera así misma, pero seguro que si sale de donde sea encontrará a alguien que la quiera y quizás pueda aprender a amar... ¿no crees?
Saludos!!