martes, 17 de febrero de 2009

La mitad de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos.

- Lo sé, he cometido un error. Soy consciente de ello, por eso te pido perdón. Ahora todo está en tu mano, de ti depende la decisión de seguir o dejarlo. Aunque esté destrozada y mi corazón palpite con dificultad, aceptaré lo que tu escojas. Solo tendré dos opciones, ser feliz y resignarme.
No te preocupes, lo entiendo. Era una de las posibles consecuencias que había barajado, pero jamás creí que llegara a dolerme tanto el pecho, nunca imaginé lo dificil que se hace respirar y no llorar sin ti.
No conozco el final de esta historia, pero lo que sí se es que siempre recordaré lo bueno. Elige con libertad. Te quiero.

lunes, 16 de febrero de 2009

Miedo no es respeto

El miedo nunca impone respeto, el respeto se gana no se exige. El momento en que una persona afirma que por su parentesco contigo merece tu respeto mientras se permite el lujo de tratarte como si fueras inferior deja de merecerlo.
Hay muchas personas que van por la vida creyendo que están por encima de los demás, que el poder económico puede comprarles el silencio y la dignidad de los demás. Son las típicas personas que te hacen sentir como una mierda y que encima creen que siempre tienen la razón.

Se puede perder a una persona a la que admiras, porque en su lugar aparece otra que impone su verdad como absoluta a base de infundir miedo. Luego todo son justificaciones, pero no hay perdón, ni lo siento que puedan pronunciar. Por ellos no hay ni error que reconocer.

A esas personas les digo, se pierde más de lo que realmente se ve tras la reconciliación. Cuando dejan de verte como antes, la figura cambia, los sentimientos se pierden, el temor provoca rabia, la confianza muere tras una cortina de lágrimas que se derraman en silencio. No solo pisoteais la dignidad de la persona a la que hacéis daño, sino también vuestra relación con ella. Perdeis todo derecho a reclamar nada.